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sábado, 7 de abril de 2012

Dirección de equipo. Comunicación del entrenador. ¿Cuándo, cómo, dónde y qué hablar con el equipo?

A lo largo de la temporada, sobre todo con equipos de competición, podemos encontrarnos en una situación límite con nuestro equipo que exija una serie de actuaciones por nuestra parte.
Una de las acciones que podemos llevar a cabo es reunir al grupo para hablar abiertamente de los problemas que tenemos y que podemos hacer para encontrar soluciones a dichos problemas.
Si llegamos a esta situación nos tendremos que hacer cuatro preguntas de las cuales tres tienen un carácter más genérico que a continuación vamos a analizar.

¿CUÁNDO?
Este punto es crucial, la elección del momento es muy importante para que el efecto deseado llegue a desarrollarse completamente.
El momento de temporada es lo primero que debemos valorar. Con esta acción debemos buscar una solución a nuestros problemas por lo que si esperamos en demasía podemos encontrarnos que es demasiado tarde y que no estamos a tiempo de mejorar la situación. Este camino es peligroso, porque cuando no tenemos tiempo para intentar conseguir nuestros objetivos podemos utilizar esto como una enumeración de reproches entre técnicos y jugadores que no lleva a nada positivo.
Por tanto tenemos que elegir el momento adecuado para que las soluciones puedan llegar.
Además tenemos que elegir qué día concreto lo realizaremos. Mi recomendación es nunca hacerlo después de un partido, ya que después de un encuentro las mentes no están frías y los sentimientos de jugadores y técnicos se ven afectados por lo reciente de la competición.
Mi opinión es que el momento ideal es el primer entrenamiento semanal, con ello podemos ver alguno de los cambios que deseamos en las sesiones inmediatas.
Si la charla lleva el tiempo suficiente como para no poder entrenar en pista ese día debemos hacer ver a los jugadores que de ninguna manera hemos perdido un entrenamiento sino que el entrenamiento se ha realizado de esa manera y si sacamos cosas positivas se trata además de un buen entrenamiento.
En equipos de competición donde las victorias son importantes si está dentro de lo posible podemos intentar que la semana que hablamos sea la de un rival asequible donde podamos ver efectos de mejoría y conseguir una victoria o al menos un cambio de actitud.

¿DÓNDE?
Ya hemos dicho en el punto anterior que hemos elegido hablar durante la primera sesión de entrenamiento.
Esto nos lleva a que la instalación donde entrenamos será la ubicación lógica, pero dentro de la instalación tenemos que buscar un lugar concreto.
Cada polideportivo es diferente pero lo que tenemos que tener claro es que se trata de una reunión entre miembros del equipo: técnicos y jugadores. A nadie más le debe interesar lo que suceda en esa conversación y nadie debe interferir en ella por lo que el lugar concreto debe ser un sitio privado donde nadie pueda molestarnos.
Una sala de reuniones o de video si la hubiese sería lo ideal, o en su defecto un vestuario donde solo nosotros podamos entrar.
Nos tenemos que abstener de hacerlo en sitios públicos; alrededores de la cancha donde estén entrenando otros equipos, gradas, la cafetería, etc,…

¿CÓMO?
El cómo afrontar esta situación es algo que debemos tener claro antes de comenzar.
Si llegamos a esta situación es responsabilidad de todos salir de ella por lo que no puede haber un monólogo del entrenador ni una conversación cerrada entre tres o cuatro personas. Cada miembro del equipo debe expresar su opinión si cree que puede aportar algo constructivo para mejorar la situación. Por eso el entrenador debe mostrarse firme en sus convicciones pero dialogante y respetuosos con las opiniones de todos, si no es así y pecamos de autoritarismo no tiene ningún sentido esta reunión.
El entrenador tiene que tener claro que es lo que hay que hacer para cambiar esto, y por ello es recomendable que haya tenido una reunión previa con todo el cuerpo técnico para poner pensamientos en común y así trasladar a los jugadores seguridad y confianza para que creer que la situación puede mejorar.
La cuarta pregunta que nos puede surgir es el qué, pero esto como es obvio es algo exclusivo de cada equipo, cada situación y cada temporada. Y como siempre el entrenador deberá elegir correctamente en que quiere centrar la reunión con los jugadores y elegir el quéque nos lleve a encontrar los cambios que necesitamos.

Por Oscar López López
Entrenador superior baloncesto
Colaborador JGBasket

Escrito "tomado prestado" de la página: baloncesto.jgbasket.com

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